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Los casos de violencia hacia niños ocurridos recientemente nos recuerdan con crudeza que la sociedad uruguaya asistió a ver uno de los lados más oscuros de la violencia. Los nombres de Felipe, Brissa y Valentina no nos pasaron desapercibidos.
Tan o más dura que esa realidad es el hecho de saber que ésta forma de abuso en donde un desconocido secuestra y ataca sexualmente no suele ser la regla. La inmensa mayoría de los abusos sexuales se gestan en un entorno cercano y conocido para a ese niño, niña o adolescente: su padre, padrastro, tío, abuelo, profesor, vecino... y aunque excepcionalmente quien abusa es una mujer, la lista no es mucho más larga.
Pese a que el abuso sexual es universal (es decir, ocurre en todas las regiones del mundo y todas las clases sociales) consideramos que sí existen estrategias para prevenirlo. Dichas estrategias incluyen la educación sexual, políticas de género, cambios en la legislación y abordaje tanto de víctimas como a perpetradores.
¿Pero qué hacer para que no le pase a alguien de nuestro entorno cercano? ¿Cómo protejo a mi hijo o hija de algo así? Si el niño aprende a reconocer la situación estará mejor preparado. Se le puede decir algo como sigue:
"Hay personas grandes que les cuesta hacer amistades y buscan niños para estar acompañados. A veces quieren hacer contigo juegos que no están buenos, juegos que son raros, te hacen sentir incómodo y además te piden que no se los cuentes a nadie. Por ejemplo te piden que los toques o quieren tocarte a ti. Si eso te pasa, puedes contarnos a nosotros que te vamos a ayudar y vamos a hablar con esa persona para que no lo haga más."
Es importante recordar que si bien no existe ninguna forma que asegure 100% dejarlo a salvo, estas estrategias han demostrado servir. En un amplio porcentaje de los casos, la negativa de los niños/as hace que el abusador no insista.
¿Qué ocurre con las redes sociales? Cada vez los hijos poseen más autonomía y privacidad en relación a lo que hacen en internet. No obstante, tenga en cuenta que sí debe supervisar con quien está en contacto y ello implica por ejemplo: revisar su teléfono móvil, solicitarle contraseña y claves de redes sociales, etc...
Ante la sospecha que su hijo o hija fue víctima de alguna situación de abuso sexual (o de acoso a través de internet) aquí van unas sugerencias: