¿Qué es la DBT?

Terapia | Terapia Conductual Dialéctica

La terapia conductual dialéctica (en inglés Dialectical Behavioral Therapy) es una intervención en salud mental destinada a personas que tienen desregulación emocional. Diversas investigaciones demuestran la eficacia para el tratamiento del TLP (trastorno de la personalidad límite o borderline).

Para decirlo en pocas palabras, el objetivo es brindarle a los pacientes la mayor cantidad de herramientas posibles, en donde es fundamental tanto adquirirlas como practicarlas.

Las personas con desregulación emocional se caracterizan por reacciones emocionales fuertes, digamos intensas en su expresión. Esas reacciones son originadas por situaciones que para otras personas pudieran ser neutras, es decir: enojarse, entristecerse, sentir miedo o vergüenza por situaciones mínimas. Asimismo tienen un lento retorno a la calma. A todo ésto se le denomina vulnerabilidad emocional.

Sumado a lo anterior, en una infinidad de ocasiones ocurre que el entorno en donde viven no reconoce que padecen un problema real, dando mensajes de que exageran, mienten, simulan. Ocurre a menudo que aunque no se brinde explícitamente éstos mensajes, las situaciones de maltrato, abusos sexuales y la negligencia en etapas sensibles de la vida, transmiten la idea de que sus sentimientos, deseos y derechos no importan. Es decir, se le invalida.

Los dos aspectos en su conjunto (vulnerabilidad emocional e invalidación) hacen que se potencie el problema. Pongamos un ejemplo ilustrativo: imaginemos alguien con intolerancia al gluten que a su vez viva en una familia de panaderos. Efectos distintos son los que generan esas condiciones por separado que cuando se suceden de manera simultánea.

¿Qué se hace en la terapia? Se establecen objetivos en donde lo primordial es establecer el compromiso de abstenerse de conductas que atenten contra la vida, a la vez que mantenerse en la terapia para generar cambios. Nos centraremos en describir cuatro grupos de habilidades que se abordan en el proceso de terapia, las que se fortalecen cuando son practicadas en un grupo de manera paralela a las sesiones de terapia individual:

• Habilidades interpersonales para poder comunicarse manera más efectiva, poner límites, poder escuchar al interlocutor y resolver conflictos.
• Habilidades de conciencia plena o mindfulness se incentiva a que pueda centrarse en el aquí y ahora, experimentando la realidad tal cual es y no juzgarla.
• Regulación emocional: reconocer emociones, reducir la intensidad de las mismas, y manejarlas cuando son extremas y hay una crisis.
• Tolerancia al malestar es aquella en la que se enseña a sobrevivir a las crisis cuando no puede haber una solución en el momento, por un lado y reducir el sufrimiento aceptando la realidad tal cual es, por otro. Cuando hablamos de aceptar, no significa estar de acuerdo sino decir “esto es así”. Aceptar lo que no puedo cambiar, es tan necesario como pretender cambiar lo que no queremos. El equilibrio entre ambas es más necesario aún.

Si llegaste aquí y eres una persona que te identificas con lo anterior, existe algo que debemos decirte: no estás simulando ni haciendo “teatro”, creemos que verdaderamente tu malestar es real y no has encontrado las habilidades para enfrentar los problemas de tu vida.

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